S.A.E.C. Sociedad de Actividades Espeleológicas de Cantabria

A veces las imágenes hablan por sí solas, la Buenita nunca defrauda. Santi, Quino y Luis se lo pasaron como niños fotografiando las maravillas que esconde esta mítica cuevita.

En este soleado sábado decidimos ir a ver fauna a la gran conocida Torca del Porrón. La salida no defraudó, ya que pudimos observar opiliones y zospeum troglobios.

En esta ocasión, nos juntamos con miembros del club CCES (Club Cántabro de Exploraciones Subterráneas), así como con miembros de diversos clubs. La salida fue de carácter bioespeleológico, con el único propósito de observar y fotografíar fauna cavernícola. Pudimos ver así numerosas especies troglófilas (en la zona minera), y troglobias en la cueva, como se muestra en las fotografías.

En esta ocasión, nos adentramos en las profundidades de la Cueva Mina de Udías. Tras la parte minera, en la que ya vimos cierta fauna troglóxena y troglófila (incluyendo entre ellas el opilión más grande de Europa), descendimos por la escalera. Girando a la izquierda recorrimos la cueva hasta el final, encontrando varias especies troflobias, como el asombroso opilión endémico Ischyropsalis cantabrica.

El lunes, al disponer tan solo de la tarde, decidimos ir a entrenar. Como de costumbre fuimos a la escuela de escalada de la antigua cantera de Escobedo. Practicamos no sólo la agilidad subiendo y bajando, sino también la instalación y paso de fraccionamientos, y diversos cambios de aparatos. Terminamos la tarde agotados pero muy satisfechos con los resultados obtenidos.

En esta ocasión nos decidimos por ir a explorar a una de nuestras zonas: La comunidad de Campoo. Bautizamos a la primera sima hallada como Sima de Poaleja dada su proximidad a una canal con dicho nombre. Tras realizar la instalación, utilizando árboles, nos introdujimos a la Sima, de unos 9 metros de profundidad. La cavidad no presenta un desarrollo destacable (apenas unos 10 metros). No obstante, en dicho recorrido pudo observarse un número destacable de especies troglobias, así como espeleotemas.

Para inagurar la temporada, con ganas de utilizar algo de equipo de progresión vertical, comenzamos con una breve escapada a la Cueva de la Jilgueruca. Tras colocar las chapas, cuerda y descender, nos adentramos en el increíble mundo que se esconde en esta cavidad. Apenas vimos fauna troglobia, pero pudimos disfrutar de todo tipo de espeleotemas y hermosísimos paisajes.