El lunes, al disponer tan solo de la tarde, decidimos ir a entrenar. Como de costumbre fuimos a la escuela de escalada de la antigua cantera de Escobedo. Practicamos no sólo la agilidad subiendo y bajando, sino también la instalación y paso de fraccionamientos, y diversos cambios de aparatos. Terminamos la tarde agotados pero muy satisfechos con los resultados obtenidos.




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